Un análisis de la consultora Colliers concluyó que las inmobiliarias están siendo enfrentadas a una nueva problemática para poder desarrollar nuevos proyectos de viviendas, lo que estaría implicando que se dejen de invertir o postergando más de US$1.500 millones en el sector anualmente.
“En el caso de los proyectos inmobiliarios en venta que no están con entrega inmediata, es decir, aquellos proyectos que se quieren vender en blanco o verde, la ley obliga a las inmobiliarias a contar con una póliza de seguro, la cual protege a los compradores en caso de que el proyecto no sea terminado. El nudo se produce debido a que, para otorgar este tipo de seguros, las aseguradoras piden que el proyecto cuente con la aprobación bancaria del financiamiento de la construcción, sin embargo, los Bancos por su parte, obligan a que exista una pre venta para aprobar la entrega del financiamiento, lo que es imposible de hacer para las inmobiliarias, dado que sin contar con un seguro no pueden vender”, explica Roberto Sivori Correa, Director del Área de Brokerage de Colliers.
De acuerdo al ejecutivo, desde el estallido social y pandemia, los Bancos comenzaron a aumentar las exigencias para entregar financiamiento, esto dado la mala situación económica e inestabilidad. “El problema es que los requisitos que establecen las aseguradoras y los Bancos se contraponen entre sí, haciendo imposible que una parte importante de las inmobiliarias puedan iniciar nuevos proyectos al no poder acceder a financiamiento, frenando aún más a un mercado que ha sido fuertemente golpeado”.
Un catastro inicial de Colliers estima que en torno al 20% de la venta anual de viviendas promedio de los 10 años está siendo afectada por esta situación y podrían reactivarse. Es decir, cerca de 12.000 viviendas, lo que implica una inversión detenida de cerca de USD 1.500 MM.
Desde la consultora proponen que, para poder dinamizar el mercado, al menos durante los próximos 2 años, el Gobierno actué para apoyar a las inmobiliarias en la obtención de financiamiento, por ejemplo, promoviendo que el Minvu o MOP actúen como aval de las inmobiliarias. “Esto implicaría un riesgo muy bajo a estas entidades, puesto que prácticamente todos los proyectos que se inician son terminados. Los beneficios serían innumerables para la economía nacional, dado que la industria de la construcción es una de las mayores generadoras de empleos en el país”, afirman.
Otra posible solución que ven desde la industria aseguradora es incentivar las líneas provisorias de pólizas de venta en verde. “Hoy muchas inmobiliarias se ven impedidas de avanzar con sus nuevos proyectos debido a este nudo que existe en el sistema. Como una posible solución se puede recurrir a presentar un atractivo paquete de proyectos en blanco o verde, buscando a través de un riesgo diversificado aprobar líneas transitorias de venta en verde. Estas líneas transitorias representan un pequeño porcentaje de la necesidad del proyecto, que se pueden aprobar sin la previa aprobación bancaria, destrabando el problema de las preventas para luego poder solicitar la línea completa una vez tengan aprobado el financiamiento”, explica José Ignacio Claude, Gerente General de Unidad Corredores de seguros.
Fuente: Collieres